14.8.07
Llover perros y gatos
En el Antiguo Testamento tan sólo se hace una referencia al gato, asegurando que estos “caerían del cielo como lluvia sobre la cabeza de los babilonios”, como castigo por tus horrendos pecados.
Y cuando se estudia inglés, una de las cosas más graciosas que nos enseñan es el famoso “llueve a cántaros”, en inglés el conocido y extraño “it is raining cats and dogs“, llueven perros y gatos. Qué expresión más rara.
Ahora, releyendo el libro del etólogo Desmond Morris, “Observe a su gato“, se encuentra la explicación, que se reproduce aquí, a título de cita:
¿Por qué los ingleses la expresión “llover a cántaros la expresan con la frase “llover perros y gatos (¡t is raining cats and dogs)?
Esta frase se hizo popular en Inglaterra hace varios siglos, en una época en que las calles de las ciudades eran estrechas, sucias y tenían muy mal drenaje. Por lo general, las fuertes tormentas producían inundaciones torrenciales que ahogaban a un buen número de gatos famélicos y a perros que hurgaban comida por las callejuelas. Después de pasada la tormenta, la gente saldría de sus casas y se encontraría los cuerpos muertos de esos desgraciados animales, y los más crédulos de ellos se imaginarían que los cuerpos debían haber caído del cielo, y así, literalmente, habrían llovido perros y gatos.
Algunos clasicistas prefieren una explicación más antigua, sugiriendo que la frase se deriva del vocablo griego para catarata: catadupa. Si la lluvia caía en torrentes - como una cascada -, en ese caso la expresión “llover catadupa, habría degenerado en “llover cats and dogs (gatos y perros).
Pues nada, que no te acostarás sin saber una cosa más.