[California, Estados Unidos] En este documento, Daniel Guss, fundador de Stop Torture, Abuse & Neglect of Dogs, y Bill Hemby, fundador de PetPAC, discuten sobre los derechos de los animales.
[Daniel Guss] ¿Tienen los perros derechos del modo en que los entendemos? Si es así, ¿anteceden a los derechos de propiedad de los humanos?
Habla un chucho de refugio.
Hace poco sufrí dos contusiones muy dolorosas. Y pienso todos los días en los perros que podría estar ayudando si pudiera moverme sin sentir este penetrante dolor y embotamiento que siento todo el rato. Lo que me causa este terrible dolor físico es superado por el dolor de los otros perros (y gatos y otros animales) a los que no puedo ayudar. Hoy, la magia del antropomorfismo deja que un típico chucho de refugio hable por sí mismo:
¿Tiene derechos un perro?
Por supuesto que los tengo.
Tengo derecho a que no me peguen patadas ni me golpeen, a que no me encadenen, amarren, arrastren, me hagan pasar privaciones, torturen, maltraten o abandonen en tantos modos horrendos.
Tengo derecho a vivir en un hogar donde me alimenten, me saquen a pasear, me aseen y cuiden durante toda la extensión de mi pacífica, juguetona y somnolienta vida que estoy seguro que creéis que merezco.
Tengo derecho a ser querido, abrazado, besado y a que me canten canciones de modos bobos y embarazosos.
Los animales de refugio tenemos derecho a que no nos maten y que disfracen nuestra muerte como ‘eutanasia’ piadosa para aparecer en estadísticas confusas. Vosotros humanos realmente sabéis cómo torcer la verdad.
Los criadores se llaman a sí mismos ‘responsables’. Es una falsedad tan grande como el cigarrillo ‘inocuo’ de la industria tabacalera. Hey, nos van a matar si no nos adoptan. Aquí en el refugio Lancaster, de Los Angeles, 1 213 3703258, hay un akita y sólo cuesta 37 dólares. Su criador, y Bill, saben que está aquí, pero ¿viene alguien a rescatarlo? No, uno de los rescatistas lo publicó en la lista de Craig esperando que alguien solucione la tragedia que engendró el criador.
No sé por qué la gente compra deliberadamente perros de raza y cruzados cuando los millones de animales de refugio que se matan cada año Estados Unidos son igual de bonitos, cariñosos, grandes, pequeños, jóvenes, viejos, listos o bobos, sanos y hábiles o enfermos y magullados. En otros países tampoco es mejor.
Gente como Dan, sus amigos y la gente que conoce por su correo electrónico, aman a todos los perros, incluyendo a los borzois que Bill usa para pagar su cuenta de Visa. Desde abruzzenhunds hasta zuchons. Vale decir, de A a Z.
Los rescatistas dedican sus almas a los que son matados en el refugio, a los que se consumen en el refugio, a los que viven amarrados a una caseta, a los que son incomprendidos o echados cuando nace un niño, así como a las colonias ferales (de gatos) y a los animales expulsados al patio trasero e ignorados durante quince tristes años.
Durante milenios nosotros los perros hemos sido vuestros amigos y protectores. Ese cariño no ha sido reciprocado. Nos matáis, torturáis, abandonáis y arrojáis fuera como si fuéramos basura, apenas unos meses después de habernos dado como ‘regalo’, sin pensarlo, a familiares de vosotros que, en primer lugar, no querían un perro. El divorcio también nos complica.
Si me hubieses sacado a pasear por más tiempo, y me hubieses dado la oportunidad, habría dejado ‘mis cosas’ en la hierba, en lugar de en casa. Darme de patadas después sólo me asusta y confunde. Ahora me estoy pudriendo, esperando la muerte en este frío suelo de cemento, muerto de temor, de soledad y de la nada. Vosotros tenéis pulgares prensibles para abrir la puerta, y yo sólo tengo patas. Pero yo soy el que paga el pato. Ni siquiera puedo pedir ayuda, para qué decir que tampoco puedo salir cuando necesito hacerlo. ¿Puede alguien por favor sacarme de este ‘refugio’ y llevarme a casa?
¿Por qué me abandonaron aquí mis dueños, a los diez años de edad, y se marcharon el mismo día con un chucho más joven y más bonito que yo? ¿Por qué no se los impidió nadie y les recordaron que si me dejaban aquí me iban a matar?
Los políticos se toman fotos conmigo, exigen cambios, pero nunca se preocupan de que ocurran. ¿Qué pasará con ese cachorro cuando sea tan viejo como yo? No la han operado; en los papeles aparece como un chucho, aunque es una perra, y nadie se ha preocupado de colocarle un chip. Está tan condenada como yo.
Dios mío, ¿cuánto has pagado en la tienda de mascotas o al criador? Yo te hubiese querido… gratis. Apenas a cambio de comida, agua y un poco de pizza, habría hecho cualquier cosa por ti. Y todavía lo haría, si te apareces por el refugio antes de que cierren, porque piensan matarme para entonces.
Hay gente que está tratando desesperadamente de ayudarnos. Estoy contento de estar más abajo que los humanos en la escala evolutiva. Todo lo que pido es que me quieran, no que me reproduzcan, hasta que cese este asesinato de millones de animales que se repite todos los años. Si mañana todavía vivo, os contaré sobre ese lugar especial que se reserva en el infierno para Michael Vick, que, según me entero, está pensando en pedir clemencia. ¿Dónde quedó su bravuconería?
Si soy una perra, me esterilizarán; si soy perro, me castrarán. También lo harán con los pit bulls, que son más dulces de lo que te imaginas.
Ahora que sabes como se llama, no hay excusas para tener una mascota no operada. No compréis a mis parientes a criadores ignorantes y en tiendas de mascotas que son incapaces de ganarse la vida decentemente. Los animales de los refugios mueren cuando se acaban los buenos hogares. Por favor venid a salvarme. Os prometo que seré vuestro mejor amigo para siempre.
Daniel Guss es un escritor de Los Angeles que fundó Stop Torture Abuse & Neglect of Dogs [www.STANDFoundation.org].
Perros y derechos
Esta es la respuesta de Hemby.
[”Los activistas por los derechos de los animales solo ven a un segmento de la población (los peores casos) y asumen que son representativos de toda la población -eso se llama distorsión perceptual o ‘síndrome del poli’. A veces la indignación se dirige erróneamente hacia blancos más fácilmente disponibles antes que contra los que son realmente responsables, pero que son más difíciles de enfrentar”. Margaret Anne Cleek, Profesora de Recursos Humanos, CSU Sacramento].
Creo que esta descripción te refleja bastante bien, Dan.
Tu artículo es honesto y desgarrador, pero yerras el blanco. Otra vez. Los perros son animales. Legalmente, no tienen derechos. Nosotros, como sus amos, no sus tutores, tenemos la responsabilidad legal y moral de tratarlos con amor, con respeto y con dignidad. Tenemos la responsabilidad de adiestrarlos como buenos ciudadanos, y de darles trabajo -sea obedecernos, ser ágiles, participar en torneos, protegernos, salir de caza, correr o simplemente ser un teleadicto.
En tu movimiento, Dan, hay gente que quiere dar a perros y gatos, pollos y gansos los mismos derechos que los humanos. Sobre eso giran las paparruchadas sobre la ‘tutoría’. Les gustaría instalar tribunales para ver demandas entabladas por tus amigos contra los dueños de perros y gatos. ¡Qué tontería!
Dan, cuando adoptas ese tipo de sandeces, me obligas a compararte con el espantapájaros de ‘El maravilloso mago de Oz’ que prefirió tener un diploma antes que un cerebro.
Hay muchos males en este mundo nuestro, Dan. “La inhumanidad del hombre con el hombre” debería incluir la “inhumanidad del hombre hacia los animales”. La organización People for the Ethical Treatment of Animals (PETA), un grupo dedicado a los derechos de los animales, mata en su refugio a más perros que la mayoría de las demás organizaciones; matan probablemente al noventa por ciento. Ellos también están a favor de matar a los pit bull terriers americanos. La Sociedad Protectora de Animales de Estados Unidos no tiene ningún refugio animal. Reciben millones de dólares en contribuciones al año, pero muy poco de este dinero es destinado a los refugios animales. Doscientos millones de dólares y algo más cada año podrían salvar a un montón de perros.
Nuestra responsabilidad es tratar de que las cosas sean mejores. En el mundo de los perros, los criadores de perros -no los vendedores de perros- trabajan con ese fin en mente. La mayoría de los criadores de perros de raza no crían camadas todos los años; producen una camada cuando pueden mejorar la raza.
Desmintiendo tus afirmaciones tendenciosas, Dan, los criadores no ganan dinero con sus programas de crianza, y pagan sus impuestos porque la mayoría de ellos trabajan durante el día. Todos los clubes nacionales de crianza de perros incluyen a rescatistas de perros de raza. Mi mujer y yo hemos rescatado a borzois y afganos. A veces es difícil encontrar espacio en nuestra caravana en el bosque, pero estamos buscando una solución.
¿Tienen derechos los perros? De cierto modo, sí los tienen. Son los derechos que les otorgan los siete millones de personas en California a los que pertenecen y los quieren.
Bill Hemby es presidente y fundador de PetPAC, una organización que lucha por los derechos de las mascotas y sus dueños, y es también miembro del grupo de presión COPS, la Organización de Sheriffs y Agentes de Policía de California.
http://www.perros.wordpress.com/
[Daniel Guss] ¿Tienen los perros derechos del modo en que los entendemos? Si es así, ¿anteceden a los derechos de propiedad de los humanos?
Habla un chucho de refugio.
Hace poco sufrí dos contusiones muy dolorosas. Y pienso todos los días en los perros que podría estar ayudando si pudiera moverme sin sentir este penetrante dolor y embotamiento que siento todo el rato. Lo que me causa este terrible dolor físico es superado por el dolor de los otros perros (y gatos y otros animales) a los que no puedo ayudar. Hoy, la magia del antropomorfismo deja que un típico chucho de refugio hable por sí mismo:
¿Tiene derechos un perro?
Por supuesto que los tengo.
Tengo derecho a que no me peguen patadas ni me golpeen, a que no me encadenen, amarren, arrastren, me hagan pasar privaciones, torturen, maltraten o abandonen en tantos modos horrendos.
Tengo derecho a vivir en un hogar donde me alimenten, me saquen a pasear, me aseen y cuiden durante toda la extensión de mi pacífica, juguetona y somnolienta vida que estoy seguro que creéis que merezco.
Tengo derecho a ser querido, abrazado, besado y a que me canten canciones de modos bobos y embarazosos.
Los animales de refugio tenemos derecho a que no nos maten y que disfracen nuestra muerte como ‘eutanasia’ piadosa para aparecer en estadísticas confusas. Vosotros humanos realmente sabéis cómo torcer la verdad.
Los criadores se llaman a sí mismos ‘responsables’. Es una falsedad tan grande como el cigarrillo ‘inocuo’ de la industria tabacalera. Hey, nos van a matar si no nos adoptan. Aquí en el refugio Lancaster, de Los Angeles, 1 213 3703258, hay un akita y sólo cuesta 37 dólares. Su criador, y Bill, saben que está aquí, pero ¿viene alguien a rescatarlo? No, uno de los rescatistas lo publicó en la lista de Craig esperando que alguien solucione la tragedia que engendró el criador.
No sé por qué la gente compra deliberadamente perros de raza y cruzados cuando los millones de animales de refugio que se matan cada año Estados Unidos son igual de bonitos, cariñosos, grandes, pequeños, jóvenes, viejos, listos o bobos, sanos y hábiles o enfermos y magullados. En otros países tampoco es mejor.
Gente como Dan, sus amigos y la gente que conoce por su correo electrónico, aman a todos los perros, incluyendo a los borzois que Bill usa para pagar su cuenta de Visa. Desde abruzzenhunds hasta zuchons. Vale decir, de A a Z.
Los rescatistas dedican sus almas a los que son matados en el refugio, a los que se consumen en el refugio, a los que viven amarrados a una caseta, a los que son incomprendidos o echados cuando nace un niño, así como a las colonias ferales (de gatos) y a los animales expulsados al patio trasero e ignorados durante quince tristes años.
Durante milenios nosotros los perros hemos sido vuestros amigos y protectores. Ese cariño no ha sido reciprocado. Nos matáis, torturáis, abandonáis y arrojáis fuera como si fuéramos basura, apenas unos meses después de habernos dado como ‘regalo’, sin pensarlo, a familiares de vosotros que, en primer lugar, no querían un perro. El divorcio también nos complica.
Si me hubieses sacado a pasear por más tiempo, y me hubieses dado la oportunidad, habría dejado ‘mis cosas’ en la hierba, en lugar de en casa. Darme de patadas después sólo me asusta y confunde. Ahora me estoy pudriendo, esperando la muerte en este frío suelo de cemento, muerto de temor, de soledad y de la nada. Vosotros tenéis pulgares prensibles para abrir la puerta, y yo sólo tengo patas. Pero yo soy el que paga el pato. Ni siquiera puedo pedir ayuda, para qué decir que tampoco puedo salir cuando necesito hacerlo. ¿Puede alguien por favor sacarme de este ‘refugio’ y llevarme a casa?
¿Por qué me abandonaron aquí mis dueños, a los diez años de edad, y se marcharon el mismo día con un chucho más joven y más bonito que yo? ¿Por qué no se los impidió nadie y les recordaron que si me dejaban aquí me iban a matar?
Los políticos se toman fotos conmigo, exigen cambios, pero nunca se preocupan de que ocurran. ¿Qué pasará con ese cachorro cuando sea tan viejo como yo? No la han operado; en los papeles aparece como un chucho, aunque es una perra, y nadie se ha preocupado de colocarle un chip. Está tan condenada como yo.
Dios mío, ¿cuánto has pagado en la tienda de mascotas o al criador? Yo te hubiese querido… gratis. Apenas a cambio de comida, agua y un poco de pizza, habría hecho cualquier cosa por ti. Y todavía lo haría, si te apareces por el refugio antes de que cierren, porque piensan matarme para entonces.
Hay gente que está tratando desesperadamente de ayudarnos. Estoy contento de estar más abajo que los humanos en la escala evolutiva. Todo lo que pido es que me quieran, no que me reproduzcan, hasta que cese este asesinato de millones de animales que se repite todos los años. Si mañana todavía vivo, os contaré sobre ese lugar especial que se reserva en el infierno para Michael Vick, que, según me entero, está pensando en pedir clemencia. ¿Dónde quedó su bravuconería?
Si soy una perra, me esterilizarán; si soy perro, me castrarán. También lo harán con los pit bulls, que son más dulces de lo que te imaginas.
Ahora que sabes como se llama, no hay excusas para tener una mascota no operada. No compréis a mis parientes a criadores ignorantes y en tiendas de mascotas que son incapaces de ganarse la vida decentemente. Los animales de los refugios mueren cuando se acaban los buenos hogares. Por favor venid a salvarme. Os prometo que seré vuestro mejor amigo para siempre.
Daniel Guss es un escritor de Los Angeles que fundó Stop Torture Abuse & Neglect of Dogs [www.STANDFoundation.org].
Perros y derechos
Esta es la respuesta de Hemby.
[”Los activistas por los derechos de los animales solo ven a un segmento de la población (los peores casos) y asumen que son representativos de toda la población -eso se llama distorsión perceptual o ‘síndrome del poli’. A veces la indignación se dirige erróneamente hacia blancos más fácilmente disponibles antes que contra los que son realmente responsables, pero que son más difíciles de enfrentar”. Margaret Anne Cleek, Profesora de Recursos Humanos, CSU Sacramento].
Creo que esta descripción te refleja bastante bien, Dan.
Tu artículo es honesto y desgarrador, pero yerras el blanco. Otra vez. Los perros son animales. Legalmente, no tienen derechos. Nosotros, como sus amos, no sus tutores, tenemos la responsabilidad legal y moral de tratarlos con amor, con respeto y con dignidad. Tenemos la responsabilidad de adiestrarlos como buenos ciudadanos, y de darles trabajo -sea obedecernos, ser ágiles, participar en torneos, protegernos, salir de caza, correr o simplemente ser un teleadicto.
En tu movimiento, Dan, hay gente que quiere dar a perros y gatos, pollos y gansos los mismos derechos que los humanos. Sobre eso giran las paparruchadas sobre la ‘tutoría’. Les gustaría instalar tribunales para ver demandas entabladas por tus amigos contra los dueños de perros y gatos. ¡Qué tontería!
Dan, cuando adoptas ese tipo de sandeces, me obligas a compararte con el espantapájaros de ‘El maravilloso mago de Oz’ que prefirió tener un diploma antes que un cerebro.
Hay muchos males en este mundo nuestro, Dan. “La inhumanidad del hombre con el hombre” debería incluir la “inhumanidad del hombre hacia los animales”. La organización People for the Ethical Treatment of Animals (PETA), un grupo dedicado a los derechos de los animales, mata en su refugio a más perros que la mayoría de las demás organizaciones; matan probablemente al noventa por ciento. Ellos también están a favor de matar a los pit bull terriers americanos. La Sociedad Protectora de Animales de Estados Unidos no tiene ningún refugio animal. Reciben millones de dólares en contribuciones al año, pero muy poco de este dinero es destinado a los refugios animales. Doscientos millones de dólares y algo más cada año podrían salvar a un montón de perros.
Nuestra responsabilidad es tratar de que las cosas sean mejores. En el mundo de los perros, los criadores de perros -no los vendedores de perros- trabajan con ese fin en mente. La mayoría de los criadores de perros de raza no crían camadas todos los años; producen una camada cuando pueden mejorar la raza.
Desmintiendo tus afirmaciones tendenciosas, Dan, los criadores no ganan dinero con sus programas de crianza, y pagan sus impuestos porque la mayoría de ellos trabajan durante el día. Todos los clubes nacionales de crianza de perros incluyen a rescatistas de perros de raza. Mi mujer y yo hemos rescatado a borzois y afganos. A veces es difícil encontrar espacio en nuestra caravana en el bosque, pero estamos buscando una solución.
¿Tienen derechos los perros? De cierto modo, sí los tienen. Son los derechos que les otorgan los siete millones de personas en California a los que pertenecen y los quieren.
Bill Hemby es presidente y fundador de PetPAC, una organización que lucha por los derechos de las mascotas y sus dueños, y es también miembro del grupo de presión COPS, la Organización de Sheriffs y Agentes de Policía de California.
http://www.perros.wordpress.com/