Aunque es pendenciero y mordedor con otros perros, este espléndido perro, bien adiestrado, es un fiel defensor de los suyos, excelente guardián y paciente protector de los niños. Sus aptitudes abarcan todo lo relacionado con la defensa y custodia. Además, puede seguir rastros y cobrar cualquier tipo de caza.
Esta raza debe su nombre a Friedrich Louis Dobermann, un vigilante nocturno y recaudador de impuestos que, por aquel entonces (entre 1834 y 1894), se encargaba de la custodia de una perrera en la ciudad de Apolda (Turingia). A partir del primer año de vigilancia comenzó a necesitar un perro para defenderse, pero ninguna de las razas a las que podía acceder era de su entera satisfacción. Fue entonces cuando emprendió una tarea tan arriesgada como difícil:
crear su propia raza a partir de ejemplares adquiridos en el mercado o capturados en el campo. Entre los antepasados del Dobermann están, sin duda, el Pinscher, el Dogo Alemán o Gran Danés, el Pastor de Beauce y el Rottweiler. Sin embargo, fue otro alemán, Otto Göller (Göllner según otras fuentes), el que estableció de forma definitiva esta raza a través de otras aportaciones de sangre, especialmente del Terrier negro y fuego y, probablemente, del Greyhound.Los primeros ejemplares tenían un carácter bastante conflictivo, eran fieros y difíciles de dominar. Con el tiempo, se lograron especímenes de mayor estabilidad y de dócil comportamiento. De hecho, sus cualidades le han valido un puesto de honor en las dos guerras mundiales, durante las que prestó grandes servicios al ejército como perro sanitario, correo o guardián. Sus aptitudes también han abarcado el seguimiento de pistas, la custodia de rebaños y el cobro de piezas cuando va de caza.
Esta raza debe su nombre a Friedrich Louis Dobermann, un vigilante nocturno y recaudador de impuestos que, por aquel entonces (entre 1834 y 1894), se encargaba de la custodia de una perrera en la ciudad de Apolda (Turingia). A partir del primer año de vigilancia comenzó a necesitar un perro para defenderse, pero ninguna de las razas a las que podía acceder era de su entera satisfacción. Fue entonces cuando emprendió una tarea tan arriesgada como difícil:
crear su propia raza a partir de ejemplares adquiridos en el mercado o capturados en el campo. Entre los antepasados del Dobermann están, sin duda, el Pinscher, el Dogo Alemán o Gran Danés, el Pastor de Beauce y el Rottweiler. Sin embargo, fue otro alemán, Otto Göller (Göllner según otras fuentes), el que estableció de forma definitiva esta raza a través de otras aportaciones de sangre, especialmente del Terrier negro y fuego y, probablemente, del Greyhound.Los primeros ejemplares tenían un carácter bastante conflictivo, eran fieros y difíciles de dominar. Con el tiempo, se lograron especímenes de mayor estabilidad y de dócil comportamiento. De hecho, sus cualidades le han valido un puesto de honor en las dos guerras mundiales, durante las que prestó grandes servicios al ejército como perro sanitario, correo o guardián. Sus aptitudes también han abarcado el seguimiento de pistas, la custodia de rebaños y el cobro de piezas cuando va de caza.