22.4.07
Sabueso de Faraón
Objetos elaborados en el valle del Nilo durante la Edad de Piedra, hace tanto como 4.000 años a. de C., muestran la imagen de un tipo de perro como nuestros actuales Faraón, Podenco Ibicenco y Cirneco del’Etna (de Sicilia). Estos perros tenían la típica oreja grande y erecta, y descendían de los perros del sur de tipo paria seleccionados por su velocidad. Muy extendidos durante las dinastías egipcias, estos perros se asemejan al dios-perro Anubis, que guiaba a los difuntos en el más allá.
HISTORIA CINOLÓGICA
En tiempos de los fenicios, éstos ya traficaban intensamente con perros de este tipo en sus rutas mercantes. En la mayoría de los casos, estos perros fueron modificados y convertidos en nuevas razas, al cruzarse con perros nativos. Pero, en ocasiones, el tipo se ha mantenido puro durante milenios, en islas aisladas. Tal es el caso del Faraón.
Los fenicios colonizaron la isla de Malta sobre 1.000 a. de C., probablemente trayendo consigo a sus perros. A lo largo de los años, los habitantes de la isla, de suelo pobre y rocoso, aprendieron a valorar estos perros para cazar conejos. De ahí su nombre, Kelb-tal-Fenek, o perro conejero.
Tras el declive de las civilizaciones de Medio Oriente, Malta permaneció aislada durante muchos siglos (la Biblia, en Hechos de los Apóstoles dice que el apóstol San Pablo naufragó cerca de Malta en el 60, cuando la población de las islas se convirtió al cristianismo). Durante casi 2.000 años, los perros originales se criaron puros en la isla, sin la introducción de otros tipos. Actualmente el Faraón es el perro nacional de Malta y un ejemplo de historia viviente, que nos muestra qué aspecto tenían los perros hace miles de años.
Aunque se introdujeron algunos ejemplares en Gran Bretaña en los años 30, apenas llamaron la atención y pronto desaparecieron. Hasta su nueva introducción en los años 60, no despertaron interés.
A finales de los 60 se introdujeron ejemplares en Estados Unidos y causaron impacto por sus habilidades en coursing y pruebas de trabajo para lebreles.
Propietarios actuales han observado como el faraón lame el agua de la lluvia de sus compañeros, obviamente un instinto del desierto, para aprovechar cualquier gota de agua.
ASPECTO GENERAL Y CARÁCTER
El Faraón es un cazador de vista, pero que también caza eficazmente por olfato. Su tendencia a vigilar y fácil mantenimiento le convierten en una buena elección para la persona que pueda proporcionarle suficiente ejercicio.
Su carácter es sociable y afectuoso, hasta juguetón. Pese a su gran velocidad y agilidad, es tranquilo y relajado en casa.
A menudo resulta competitivo en obediencia, un rasgo poco común entre los cazadores de vista independientes (lebreles, podencos).
Sus colores pueden ser leonado liso, rojo o castaño; se admiten manchas blancas como sigue: punta de la cola altamente deseada, blanco admitido en pecho (estrella), dedos, y cordón fino en el hocico. Su pelaje es corto y brillante; desde fino y denso hasta ligeramente áspero sin franjas.