11.8.08

Lo que no verás en los Juegos Olímpicos de Pekín



Hay mucho que celebrar en los JJ.OO de Pekín este año: muchos países dejarán de lado sus diferencias políticas para reunirse pacíficamente en la competencia atlética más grande del mundo.

Pero en China persisten oscuras prácticas que debemos divulgar, las violaciones a los derechos humanos son objeto de frecuentes denuncias, pero también los derechos de los animales son violentamente vulnerados en este país.

Esto es lo que no se verá en la cobertura de los juegos olímpicos, y que las autoridades tampoco permiten que se vea: el abuso terrible de los animales en la industria china de la piel, la venta de carne de perro y gato como alimento exótico, las granjas de bilis de oso y de tigre para uso de la medicina tradicional china, entre otras abominaciones inflingidas a los animales.

En China no existe ninguna ley de protección animal, por lo que la explotación de los animales queda a merced de la demanda por sus productos, o de las excusas acomodaticias que las autoridades inventen para justificar su muerte. Entre otras:

Eliminación de la rabia
En el verano de 2006 la muerte de 16 personas por un brote de rabia motivó que las autoridades sanitarias chinas ordenaran una matanza de más de 54.000 perros en el distrito de Mouding, en la provincia de Yunnan (suroeste), donde habitaban aproximadamente 500 mil perros. Durante 5 dí­as que duró la matanza, los perros que eran paseados les fueron arrebatados a sus dueños y luego muertos a golpes, descargas eléctricas o enterrados vivos. Otros 98.000 perros fueron asesinados en Longxin, 90.000 en Nanjing y 67.000 en Ji Ning.

En otros casos, empleados del Gobierno entraban ruidosamente a las poblaciones a fin de hacer ladrar a los perros y localizarlos para eliminarlos.

A los dueños de los animales se les habí­a ofrecido el equivalente a 63 centavos de dólar por animal para que los mataran ellos mismos, antes de que fueran enviados los equipos del Gobierno para hacerlo.

La brutal campaña fue duramente criticada por la prensa, mientras que la Organización Mundial de la Salud de las Naciones Unidas dijo que se debe hacer énfasis en la prevención de la rabia, pero únicamente las organizaciones defensoras de los animales hablaron en contra de este terrible proceder criticando el exterminio como la ví­a para controlar la rabia.

Matanza de gatos y perros para el mercado de las pieles y la carne
La mayoría de las granjas de pieles en China nacen en los últimos diez años. Los animales despellejados no sólo son perros y gatos, sino también zorros, visones, mapaches y conejos.

Entre un 25-30% de la piel producida en China viene de animales salvajes, y un 70-75% de animales criados en cautividad.

Una investigación de la Swiss Animal Protection (SAP) que duró 18 meses en China reveló que perros, gatos y otros animales eran criados en granjas -la mayorí­a al norte de China donde el clima es más frí­o, lo que favorece la fineza y calidad del pelo. En la mayorí­a de las ocasiones, los perros y gatos asesinados no provienen de criadero y bien pueden ser animales robados o perdidos. Además, se reportó que algunas familias chinas crí­an unos cuantos gatos y perros durante el invierno, y en primavera matan a los animales para llevar sus pellejos al mercado. Muchos pueblos tienen mercados al aire libre que sirven de puntos de encuentro donde se venden los pellejos de perros y gatos que son asesinados en la localidad correspondiente.

En las granjas, los investigadores encontraron perros vivos en una habitación sin calefacción viviendo el pleno rigor del invierno, rodeados de los cuerpos sin vida de otros perros que colgaban de ganchos. Algunos de estos perros estaban destinados a ser vendidos y comidos en Harbin, y su piel a ser vendida en el comercio de las pieles. Los perros eran "empaquetados" en sacos y transportados en un vehí­culo hasta el matadero durante varias horas de trayecto. Ya en Harbin, los investigadores pudieron ver perros mantenidos en la más absoluta oscuridad y expuestos al intenso frí­o de febrero sin agua ni comida. Los perros estaban sujetos de las patas por finos alambres. El carnicero mata de 10 a 12 perros al dí­a , aunque un gran número de perros no acaba su trayecto en China, ya que algunos restaurantes (la mayorí­a coreanos) quieren "carne fresca" y muchos de los perros son llevados a otros destinos.

En un próspero mercado de pieles, a 300 millas al norte de Jinan, en la provincia de Jibei, están las granjas de gatos. Estos pueden ser asesinados por ahorcamiento o bien son colgados de un cable mientras se vierte agua por sus gargantas mediante una manguera, hasta que se ahogan. Entonces se raja el estómago del gato, la piel se abre y se estira sobre la cabeza del gato. Los que se encargan de llevar a cabo este procedimiento dicen que los gatos suelen estar todaví­a vivos mientras la piel les es arrancada. Lo importante es que la piel del gato salga, en lo posible, de una sola pieza.

Las pieles de perro y gato se destinan a a la confección de ropas, accesorios o adornos: las podemos encontrar en muñecos de peluche que simulan ser gatos o perros durmiendo plácidamente, en los detalles de prendas de ropa (cuellos, mangas, ribetes de abrigos, bufandas, zapatos, etc.) o en accesorios de piel (bolsos, billeteras, cinturones). Las compañías proveedoras de estos productos también están radicadas en China, donde han crecido y se han multiplicado en los últimos años.

La globalización del comercio de pieles ha hecho imposible saber de dónde vienen los productos de piel. Las pieles se mueven a través de un mercado internacional de casas de subastas donde son compradas y distribuidas a quienes las manufacturan, y una vez confeccionadas, son exportadas y vendidas en todo el mundo. China es el proveedor de la mitad de las piezas de pieles que se venden en Estados Unidos y aunque las etiquetas digan que son procedentes de Europa, es probable que los animales hayan sido criados y matados en una de estas granjas chinas donde no hay regulación alguna.

Granjas de bilis de oso
Los osos han sido perseguidos y muertos para extraer sus vesí­culas biliares desde hace más de 1000 años, pero es sólo en los últimos 20 años que algunos paí­ses de Asia (China, Corea y Vietnam) han comenzando a adoptar el sistema de granjas biliares, apoyados por los gobiernos de estos paí­ses. Los osos son los únicos mamí­feros que producen grandes cantidades de ácido biliar (ácido ursodesoxicólico), que viene siendo usado en la medicina tradicional china desde hace más de 3.000 años porque supuestamente cura desde la impotencia sexual hasta el cáncer o las enfermedades hepáticas. De las 8 especies de osos que existen, todas excepto el panda gigante han visto sus ejemplares reducidos a causa del comercio de la bilis.

En las granjas, los osos generalmente son confinados en pequeñas jaulas alargadas, donde deben permanecer recostados y sin posibilidad de modificar su postura. Para extraer la bilis, se les practica una cirugí­a "casera" sin anestesia para implantarles un catéter -tubo de hierro- en su abdomen; o una perforación permanente en su abdomen, conocido como "técnica de goteo libre". Muchos osos mueren por las infecciones causadas por la cirugí­a que no previene ninguna medida higiénica, y los que sobreviven pasan el resto de sus vidas sufriendo en dolor y privaciones.Esta situación, prolongada por semanas, meses e incluso años, les causa terribles sufrimientos fí­sicos y psicológicos.

El oso Negro Asiático ha sido el más afectado por este cruel comercio. Se le conoce popularmente como "oso luna" por una mancha caracterí­stica de color claro en el pecho, que asemeja una luna en cuarto creciente. Este ejemplar está protegido por el CITES (Convention on International Trade in Endangered Species) como un un ejemplar en estado crí­tico.

Granjas de tigres
El uso de huesos de tigre se remonta hace 1.500 años atrás en China. Es usado en la medicina tradicional para eliminar la humedad y dispersar la energía fría del cuerpo, de acuerdo a la teoría médica china. Los que proponen el uso de huesos de tigre dicen que tiene propiedades anti inflamatorias, alivia el dolor en los reumatismos, articulaciones y músculos, relaja y fortalece los tendones y tiene efectos beneficiosos en la circulación sanguínea y las funciones hepáticas y renales.

A pesar de que China y otros países consumidores de hueso de tigre han prohibido el comercio de tigres, y aunque removió su uso de la Farmacopea Oficial de la medicina china tradicional (en 1993), la demanda por huesos de tigre sigue altísima, y para ello, crían tigres en granjas.

Estas granjas poseen cerca de 5.000 tigres en cautividad. Cada año, se estima que nacen 1.000 cachorros en estas granjas comerciales, que son atractivos turísticos y reclaman ser parte de programas de re-introducción de tigres a la naturaleza. Sin embargo, existe evidencia de lo contrario, pues la granja sólo explota tigres para su beneficio comercial, y tanto les vale el tigre vivo como el tigre muerto. En febrero de 2007, personas de la TV británica ITN visitaron la granja Xiongsen Bear and Tiger Mountain Farm en Guilin, China, y les ofrecieron carne en el restaurante de la granja, que tras un análisis de ADN, resultó ser carne de tigre, a pesar de que la granja negó este hecho.

Las autoridades chinas invitaron a "especialistas" a visitar las granjas de tigres en 2006, y mantuvieron conversaciones con el gobierno indio para levantar la prohibición de no usar partes de tigre cautivo de China. El gobierno chino sostiene que permitiendo el uso de huesos de tigre y otras partes del animal que tienen en stock, permitirá satisfacer la demanda del mercado y protegerá a los tigres que viven en libertad.

Pero nada mas lejos de la realidad: si se permite el uso de partes de tigre, significará el fin de la especie.
http://www.animanaturalis.org/