6.5.06

Algo huele podrido en Dinamarca


Horror en Europa ante el príncipe que engulle carne de perro


Pocos sabían hasta ahora que el príncipe Henrik, como se le conoce en Dinamarca, además de amar a los perros, los ha comido.



Enrique de Monpezat, marido de la reina Margarita de Dinamarca, quien ya dio la nota en noviembre del año pasado con sus poesías eróticas, escandaliza de nuevo a los daneses.

La pareja real

Forman una pareja realmente curiosa. Ella, Margarita de Dinamarca, reina, fumadora empedernida, amante del teatro, diseñadora de moda, mujer de carácter. El, francés, Enrique de Monpezat, entendedor de buenos vinos, poeta de los de andar por casa, amante de sus perros teckel, y con unos gustos muy dudosos a la hora de comer.

El príncipe erótico

El año pasado el suegro de la princesa Mary de Dinamarca sacó los colores de más de un miembro de la familia real con una serie de poesías dedicadas tanto a su perrita teckel Evita, como a una amante desconocida en la que los daneses quisieron reconocer a su reina.

Pero ahora llega un nuevo escándalo a Palacio. El padre del príncipe heredero Federico acaba de confesar que le encanta comer carne de perro. El príncipe Enrique, conocido como un gran amigo de los animales y en especial de los perros teckel (conocidos vulgarmente como perros salchicha) ha dejado estupefactos no sólo a los daneses, sino a los europeos en general.

Criados como pollos

En la revista danesa Se&Hør se publican unas declaraciones del marido de la reina Margarita en las que reconoce cosas tan chocantes como que "los perros comestibles son por regla general perros criados. Es igual que los pollos".

Y además se prodiga en todo tipo de detalles sobre el sabor de la carne de perro, que califica entre otras cosa de "bastante seca, como la carne de ternera".

Reencarnación

El príncipe Enrique habló no obstante del amor incondicional de la familia real danesa a los teckel. "Nunca decepcionan y no pueden cotillear", comentó. El esposo de Margarita dijo además que si creyese en la reencarnación, lo que más le gustaría es una nueva vida como teckel de la casa real de Dinamarca.