21.2.06

El Cimarrón Uruguayo.Reconocido por la FCI



EL PERRO CIMARRÓN, LA RAZA CANINA AUTÓCTONA
DEL URUGUAY

Silveira, C., G. Fernández y C. Barba

INTRODUCCIÓN
El Cimarrón al ser la única raza canina autóctona reconocida en el país,
ha despertado en los últimos años el interés de criadores y expositores caninos.
Estos perros se caracterizan por un temperamento que los habilita para
diversas tareas, como la guardia y defensa, arreo de ganado e incluso en
la caza del jabalí, recuperando así sus antiguas raíces. El mayor número de
ejemplares se encuentran en el departamento de Cerro Largo, lugar donde
la raza fue recuperada, difundiéndose hacia el resto del territorio nacional.
ORIGEN E HISTORIA
El origen de los Cimarrones es incierto; se piensa que son el resultado
del cruzamiento entre Mastines y Lebreles introducidos durante la conquista
por los españoles.
En la historia agropecuaria nacional la etapa comprendida entre el siglo
XVIII y primera mitad del siglo XIX, es conocida como el periodo de la
Estancia Cimarrona. La propiedad de la tierra era utilizada para el encierro y
faena de los bovinos que penetraban en búsqueda de pastos y aguadas
. El papel del perro Cimarrón en esta tarea era fundamental en la conducción del ganado.
Durante la primera mitad del siglo XIX las luchas por la independencia
del país crean gran inestabilidad e inseguridad en el campo favoreciendo la
presencia de bandoleros y contrabandistas.
Esta situación acarrea el despoblamiento de dichas zonas y los
perros Cimarrones quedan abandonados por sus propietarios pasando entonces
a un estado de asilvestramiento donde ellos mismos se procuraban los
alimentos.
Entre los años 1840 a 1850 coincidiendo con una reestructuración del
sistema rural (cercado de campos, cría de lanares y mestizaje del ganado bovino)
y el fin de las guerras civiles, los perros Cimarrones pasan a ser una
seria amenaza. A partir de 1850, ante la presión ejercida por los
ganaderos de la época, se publican dos decretos que regulan por un lado la
eliminación selectiva de ejemplares y por otro el número máximo de perros
permitidos en los distintos establecimientos.
A pesar de estas medidas, un número importante de perras con sus crías
lograron escapar escondiéndose en la zona noreste del país (departamentos
de Cerro Largo y Treinta y Tres)
. Estos animales fueron domesticados por los pobladores
de la zona, utilizándolos en las diversas tareas agropecuarias y en la defensa
de los establecimientos de los cuatreros, conservándose así la población
hasta épocas recientes.
En la década de los setenta del presente siglo, comienza en el departamento
de Cerro Largo el proceso de recuperación de la raza, destacándose
la labor de dos criadores responsables de la distribución de los ejemplares
que hoy vemos en todo Uruguay.

SITUACIÓN ACTUAL DE LA RAZA
A pesar de la larga presencia de estos perros en la historia del Uruguay,
es el 12 de octubre de 1988 cuando se funda la Sociedad de Criadores
de perros Cimarrones, con el objetivo de rescatar y preservar esta raza. En ese mismo año se redacta el estándar racial y se tramita su reconocimiento como raza autóctona ante el Kennel Club Uruguayo (K.C.U.) (Sociedad Criadores de perros Cimarrones, 1988).
En los registros genealógicos llevados por la Asociación Rural del Uruguay-
K.C.U. hay inscritos novecientos treinta ejemplares al mes de octubre
de 1997. Este libro está integrado con perros bases, primera, segunda y
de tercera generación, aceptándose aún la inscripción de perros bases (Registro
Fundacional y Registro de Nacimientos).
En la actualidad la Sociedad de Criadores busca el reconocimiento de la raza por la Federación Cinológica Internacional (F.C.I.).
DESCRIPCIÓN FENOTÍPICA
El Cimarrón es un perro de talla mediana, fuerte, compacto, musculoso
y ágil; algo más largo que alto. Es un animal de temperamento sagaz, tranquilo
y de gran coraje cuando decide su ataque, ladrando únicamente cuando
existen motivos. En el medio rural son utilizados para el trabajo con el
ganado bovino y ovino, también se emplean en la caza mayor, en la vigilancia
y la defensa, siendo un perro muy versátil.
La cabeza es de forma troncopiramidal, el cráneo más ancho que
largo. El stop es moderado y el hocico medianamente ancho, no más largo
que el cráneo. Se prefieren los ojos oscuros a los claros. Las orejas son de
tamaño mediano, realizándose a criterio del criador el corte de las mismas
(corte en forma de oreja de puma). La trufa es siempre pigmentada y los belfos
cubren el labio inferior. Se busca que la mordida sea en tijera no descalificándose
aquellos animales que muerden en pinza.
El tronco es compacto, profundo, de lomo recto o algo ensillado. Grupa
de buen largo y ancho, con una inclinación de 30°. La cola presenta una
inserción media, gruesa en su nacimiento y su largo debe llegar al garrón.
Se admite su amputación entre la tercera y sexta vértebra. La altura a la
cruz alcanza los 56 a 62 centímetros en machos, mientras que en las hembras
debe oscilar entre los 53 a 58 centímetros. Se admite una tolerancia de más menos
un centímetro.
El peso en los animales adultos llega a los 34 a 45 kgs
en los machos y de 27 a 36 kgs en las hembras.
El pelo es corto y liso, y en cuanto al color de la capa son aceptados todos
los colores con excepción de los negros y blancos sólidos. Existe una marcada
preferencia por parte de los criadores por las capas atigradas (claras y
oscuras) y bayas (claras y coloradas).
PROPUESTA DE TRABAJO
Una de las mayores preocupaciones de los distintos criadores es el
reducido número de ejemplares de la raza, lo cual determina una gran proporción
de apareamientos endogámicos.
De ahí el gran interés en efectuar un plan de conservación y preservación
de esta raza al ser ella la única autóctona de esta especie en el país,
siendo parte del patrimonio histórico cultural de la nación.
Un primer paso será la determinación de los niveles de consanguinidad
existentes en la población a partir de los registros genealógicos. De este
estudio se podrán determinar los apareamientos más recomendables para
evitar los efectos perjudiciales de la elevada consanguinidad . La importancia de este
tipo de programa es el mantenimiento de la variabilidad genética de la raza,
el interés es conservar la mayor cantidad de genes presentes en el origen de
la población .
En un futuro es nuestro interés planificar un programa de mejora genética
en el cual no sean solamente considerados los caracteres morfológicos,
sino que incluyan caracteres de comportamiento y funcionales para el Cimarrón.
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