16.11.06

GERIATRÍA: La vejez en las mascotas.




Cuantas veces nos hemos preguntado sobre la edad en nuestras mascotas, si ellos viven lo mismo que nosotros, en que momento comienzan a ser animales viejos; el tipo de alimentación y finalmente sobre los cuidados en general.
Durante muchos años se creyó que un año perruno equivalía a siete años humanos; sin embargo, conforme pasó el tiempo, se comenzó a investigar sobre esto, lo cierto es, que actualmente la edad de los perros depende de la talla del mismo, de su peso y finalmente de los años humanos que lleva con nosotros. Tomando en cuenta esto, se ha observado que los perros de talla pequeña o mediana tienen un promedio de vida un poco más largo que los perros de talla grande o gigante; sin embargo, esto no es una regla, ya que he conocido perros de 16 años que todavía tienen ganas de vivir.
Alguna vez, un propietario pregunto: ¿A que edad se considera a un perro viejo?. Para poder entrar en este tema, es importante entender que la Geriatría es aquella rama de la Medicina que se encarga de evaluar y estudiar la vejez, por así decirlo. Por lo tanto es importante entender que un animal de edad avanzada se le conoce como un animal "geronte" y que por lo tanto, tendrá al igual que en nosotros los seres humanos una serie de cambios en su estado físico externo así como su fisiología.
El efecto general de la edad sobre una mascota se observa con un declinar gradual en la capacidad funcional de la misma. Pero... ¿qué es lo que pasa y por qué?. En muchas ocasiones es difícil para los propietarios aceptar que esa mascota, ese miembro de la familia ha comenzado a envejecer. En algunas ocasiones el cariño que se desarrolla y crece con los años hacia la mascota nos bloquea la idea e incluso nos deja ciegos ante la posibilidad de poseer una mascota geronte, cuya consecuencia en algunas situaciones es devastadora; puesto que olvidamos por completo que los cambios que se llevan a cabo con la edad comienzan a adquirir importancia y un tratamiento preventivo que ayude a la mascota a tener una mejor calidad de vida.
El hablar de este tema, en algunas ocasiones resulta complicado por la extensión que este lleva; sin embargo, el comprender en forma general dichos cambios es algo puede beneficiar a todos aquellos propietarios que convivan con una mascota geronte.
Aparición de canas, una piel poco elástica y la caída de pelo:
La piel pierde elasticidad al transcurrir los años, volviéndose menos flexible la cual muchas veces se ve acompañada de piel más engrosada en algunas zonas así como de algunos folículos pilosos (pelo). Es por esto, que algunos folículos pilosos comienzan a deteriorarse ocasionando pérdida de pelo en algunas áreas. Los folículos pilosos contienen células pigmentarias (las cuales se encargan de darle color al pelo) que van desapareciendo con la edad, trayendo consigo la aparición de pelos blancos mejor conocidos como "canas".
Sarro, Pérdida de dientes y Estreñimiento:
El efecto del envejecimiento puede ocasionar cambios en la forma de alimentación de algunos perros, tales como: consumo, digestión y la capacidad de metabolizar su alimento. Cuando a una mascota se le descuida en el cuidado y aseo de los dientes al ser joven o adulta, se presenta un problema común conocido como "sarro". Si un perro geronte cambia su forma de alimentarse puede conllevar a la formación de sarro y placas de sarro, que a la larga desembocan en enfermedad periodontal (enfermedad de los dientes y encías) y finalmente en pérdida de piezas dentarias. Además, se presenta un descenso en los movimientos del colon, que es propio de la edad, predisponen a animales gerontes al estreñimiento.
Atrofia muscular, Artritis y Obesidad:
La edad avanzada va acompañada de una disminución en la cantidad de fibras musculares así como de la masa de los huesos la cual se vuelve más fina, densa y brillante debido a la mala absorción de calcio del intestino de animales gerontes. La obesidad es un problema común en animales de edad avanzada puesto que disminuye su actividad diaria, se vuelven sedentarios ocasionando que sus requerimientos de energía disminuyan. Desafortunadamente la obesidad y los cambios en los huesos fomentan la aparición de artritis (presencia de dolor en las articulaciones).
Corazón cansado:
El rendimiento del corazón, frecuencia cardiaca y el consumo del oxígeno durante el ejercicio disminuyen. El engrosamiento de los vasos sanguíneos y el aumento del depósito de calcio en la aorta (gran vaso sanguíneo) y en arterias periféricas, contribuyen a la carga del trabajo del corazón, que eventualmente puede ocasionar el desarrollo de una Insuficiencia Cardiaca.
Riñones viejos:
La insuficiencia real es una de las cuatro causas principales de muerte en perros gerontes. La enfermedad renal afecta en forma directa la nutrición y el manejo de una dieta correcta, ya que está se asocia con una pérdida de peso, degradación de los músculos, alteración en las proteínas, disminución del consumo de nutrientes, mala absorción intestinal y reducción en la asimilación de nutrientes. Al existir una acumulación de proteínas y de sus productos como la urea, contribuye a las anomalías de la insuficiencia renal.
Vista cansada, problemas de audición y pérdida del gusto:
La edad avanzada puede producir una disminución de la respuesta a los estímulos. La esclerosis nuclear mejor conocida como vista cansada es algo que se presenta de forma común en animales gerontes; es algo normal que va desarrollándose con la edad y que incluso también afecta a los seres humanos. Al igual que con los ojos, los oídos también va disminuyendo su capacidad para percibir de forma normal los sonidos. Finalmente un disminución en el sentido del gusto puede ocasionar que algunos animales gerontes pierdan el interés por la comida y reduzcan su consumo de alimento.
Cambios de conducta:
Los cambios de conducta que se presentan en perros gerontes suelen ser secundarios a enfermedades degenerativas. Es importante comprender que el dolor crónico ocasionado por artritis, puede afectar directamente el consumo de alimento.
De forma general, cuando se posee un animal geronte que lleva una vida sedentaria, se tiende a disminuir las atenciones hacia el mismo, otros propietarios prefieren introducir una nueva mascota (que generalmente es más joven) a fin de apoyar a la mascota geronte o para reducir el golpe de la pérdida futura del ejemplar. Esto generalmente tiene una repercusión grave en el animal, ya que suele desarrollar tristeza o depresión patológica.
Tenemos que comprender que un animal geronte es más susceptible de sufrir cambios conductuales y no es para menos; el ya no escucha, ni ve, ni puede hacer las mismas cosas que antes e incluso ha dejado de comer lo que más le gusta.
Anestesia y fármacos:
Al irse deteriorando o degenerando el organismo de los animales gerontes, estos se vuelven más susceptibles a algunos fármacos. Es importante considerar que cuando nuestra mascota tiene problemas en su corazón los riesgos por una anestesia son mayores. Los riñones y el hígado también se degeneran y es por esto que no se puede dar o administrar muchos medicamentos o medicinas, ya que algunas suelen dañar al hígado o riñones.
7 Reglas de oro para darle una mejor calidad de vida a una mascota geronte:
Cuando poseemos una mascota geronte es importante acudir con el médico veterinario para que este revise la salud de la misma a fin de detectar cualquier cambio y poder tratarse a tiempo.
La atención es un factor importante, nunca debe ignorarse a una animal de edad avanzada.
Se deben realizar chequeos completos (visita al veterinario para: consulta en general y análisis de laboratorio) cada 6-8 meses obligatorios a fin de detectar cualquier enfermedad a tiempo.
Es importante dar un alimento adecuado a la edad, afortunadamente en el mercado ya existen alimentos específicos para animales gerontes.
En caso de que nuestra mascota sufra de alguna enfermedad específica en algún órgano o sistema se debe dar alimento de prescripción (dietas especiales para problemas especiales).
Evitar si se puede la introducción de otra mascota y en caso de haberlo hecho ya, no consentir demasiado a ninguno de los dos.
Nunca se debe prescribir sin asesoría de un Médico Veterinario ningún medicamento.
ESOS VIEJITOS...
Un animal geronte nunca debe ser considerado un estorbo, sé que en algunos casos se vuelven testarudos y necios, que para nosotros los propietarios cambian los manejos y cuidados que se deben dar a una mascota de edad avanzada, pero no es justificación para abandonarlos ni maltratarlos o incluso decidir que lo mejor sería dormirlos para siempre al convertirse en un estorbo.
Los perros gerontes son tiernos y necesitan sentirse apoyados y queridos para tener un buen motivo para seguir adelante, es algo que admiro de los animales, sus ganas de vivir y salir adelante son dignos de admiración y éxito.